Uno de los riesgos de seguridad más importantes es que se produzca un fuego. Por eso, es fundamental que nuestra vivienda tenga instaladas medidas de prevención anti-incendios y un buen sistema de alarma para casos de emergencia.
¿Para qué sirven?
Los materiales ignífugos son todos los que resisten y soportan bien los incendios.
- Detienen el fuego.
- Protegen las estructuras de la casa para evitar daños estructurales y derrumbes.
Los aislantes hechos de materiales ignífugos, suelen situarse en paredes, suelos o puertas y eso permite que las altas temperaturas del fuego queden contenidas y no se transmitan a otras estancias.
Tipos de aislamientos
Hay una gran variedad de opciones para construir nuestro hogar:
- Lana de roca: Aislamiento térmico de calidad que además aisla acústicamente.
- Ventanas de vidrio resistente al fuego: Las convencionales pueden reventar con el calor y son una entrada de oxígeno que aviva y propaga el fuego.
- Espumas ignífugas y paneles incombustibles: Combinación de espuma ignífuga de poliuretano y base de fibrosilicato.
- El hormigón: Es uno de los materiales más resistentes al fuego, es más segura una casa de hormigón que una de madera.
¿Y si estoy de alquiler o no tengo tanto presupuesto? Alternativas funcionales
- Cortinas y alfombras de tejido ignífugo: este tipo de tejidos pueden detener la propagación del fuego
- Recubrir paredes y estructuras de manera económica: con aislamiento con mortero ignífugo que puedes adquirir en tu tienda especializada de bricolaje.
- Pintura ignífuga: no hace falta obra y es bastante eficaz
Como ves, hay muchas opciones para proteger tu hogar. Aún así, una buena alarma es la mejor de las medidas anti-incendios, por ejemplo unos detectores de humo domésticos de calidad conectados a una alarma, puede ayudar a una intervención rápida.
Contacta con nosotros y protegeremos tu casa del fuego.
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