La espuma para extinguir incendios (espumógeno) se utiliza para combatir los fuegos de clase B (en otro post ya os contamos cada clase de incendio y cómo extinguirlo). En este caso el espumógeno servirá para combatir aquellos fuegos ocasionados por combustibles líquidos como serían los aceites, petróleo, etc. Este tipo de incendios es el más común en industrias ya que trabajan con este tipo de combustión y el más mínimo fallo podría desencadenar dicho incendio.

 

¿Cómo se para un incendio la espuma?

El tejido que se va formando de espuma acuosa logra aislar el fuego del oxígeno, que es el elemento que le hace arder, por lo que un incendio cuando se ahoga deja de quemar. Además es un gran enfriante por lo que evitará que vuelva a prenderse.

1. Aisla el oxígeno y por tanto los vapores inflamables.

2. Elimina los vapores inflamables que desprende el combustible.

3. Hace que el combustible y las llamas se separen.

4. Enfría el combustible y su alrededor.

 

Tipos de espumógenos

El espumógeno se basa en tensioactivos de hidrocarburos. Estos tienen diferentes composiciones:

 

¿Cómo se puede aplicar el espumógeno?

Hay distintas maneras de apagar un fuego con espuma para obtener los mejores resultados y ninguna de ellas consiste en echar el producto directamente encima del foco de fuego.

La primera técnica consiste en hacer que rebote en alguna superficie antes de tocar el fuego. Por ejemplo puedes proyectar el espumógeno hacia la pared para que caiga indirectamente sobre el fuego.

La segunda técnica se trata de lanzar el producto hacia el suelo frente la zona del incendio para no permitirle avanzar más.

Por último encontramos la forma de lluvia, que se trata de proyectar el cañón de espuma hacia el techo o cielo para que caiga de manera suave hacia el fuego y lo apague como si se tratase de lluvia.

 

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